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2011-05-03

Cinco mitos de las organizaciones de salud, sobre el uso de HL7 - Parte II.

Continuación del artículo "Cinco mitos de las organizaciones de salud, sobre el uso de HL7".

Mito 4: HL7 no se adapta a mis procesos.
Algunos gobiernos y organizaciones del sector salud afirman que los estándares HL7 no responden a las necesidades de sus procesos operativos. ¿Qué hay de cierto en esto?.

Realidad: Como ya habíamos mencionado, el desarrollo de las especificaciones y protocolos de los estándares HL7 está basado en un análisis y conocimiento profundo de los procesos, necesidades y buenas prácticas del sector salud.

Por ejemplo, si una farmacia no puede adaptarse al uso de transacciones electrónicas HL7 para automatizar procesos como la recepción de órdenes o el envío de reportes de dispensación de medicamentos, porque sus procesos operativos o su PHIS (Pharmacy Information System) no lo permiten, posiblemente se deba a que no ha adoptado algunas buenas prácticas de funcionamiento, sus procesos no se ajustan ciertos métodos comunes en el sector o su proveedor de PHIS aún no ha ajustado su sistema para soportar estándares HL7.

A pesar de ello, las especificaciones de mensajería HL7 v3, son suficientemente flexibles para adaptarse al contexto en que van a ser utilizadas y existe un proceso formal de localización a través del cual los capítulos nacionales de HL7 refinan las especificaciones para adaptarlas a los escenarios locales.

Es verdad que algunos procesos y casos de determinadas áreas de la salud aún no están cubiertos por las especificaciones de los estándares HL7, pero con toda seguridad podemos afirmar que la mayoría de los procesos críticos y las principales áreas asistenciales cuentan con una solución de HL7 para soportar la integración de la información.

Es posible que ciertos procesos administrativos varíen significativamente en cada país, pero la operación de la mayoría de las áreas clínicas funcionan en forma similar y cumplen normas de operación aceptadas internacionalmente.

En varios casos, bajo la el argumento de que HL7 no se adapta a las necesidades de ciertos procesos, se ha optado por desarrollar estándares Ad hoc, para solucionar necesidades de interoperabilidad del sector salud, porque los encargados desconocían la existencia de HL7 o no contaban con la asesoría adecuada para diseñar una solución del caso de acuerdo a los estándares.

Conviene mencionar tres casos:
  1. En un país latinoamericano se ha diseñado un estándar Ad hoc para el reporte electrónico de reportes de vigilancia en salud pública, que ha tenido varios tropiezos en su implementación y funcionamiento, debido a algunas fallas en el análisis previo y posterior definición de los procesos.

    Si los directivos del proyecto hubiesen investigado el dominio de salud pública de HL7 v3, y contado con asesoría adecuada, habrían encontrado una solución estándar internacionalmente aceptada, en cuyo desarrollo han participado instituciones como el Centro para el control y la prevención de enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y el departamento de salud pública de Canadá (Canadian Public Health Surveillance).
  1. En un país latinoamericano se ha diseñado un estándar Ad hoc para soportar los procesos de consulta de identificación y derechos del paciente, órdenes de procedimientos y autorización de prestación de servicios de salud. Al igual que en el caso anterior, la implementación de este estándar ha tenido múltiples tropiezos para su implementación y funcionamiento.

    Si los directivos del proyecto hubiesen investigado el estándar HL7 v3, y  contado con asesoría adecuada, habrían encontrado las especificaciones necesarias para dar solución a su sus necesidades, empleando el estándar internacional de interoperabilidad en salud.
  1. En un país latinoamericano el gobierno ha definido un estándar de facto para soportar los procesos de interoperabilidad del estado, lo cual es una gran iniciativa y un proyecto innovador en el continente.

    Al realizar el análisis del dominio de salud de dicho estándar, se contempló la posibilidad de adoptar HL7, pero finalmente se optó por desarrollar especificaciones propias, argumentando erroneamente que HL7 no soportaba adecuadamente los procesos propios del sector salud en el país y no era posible integrar HL7  con el estandar de facto debido a diferencias de arquitectura (según sus analistas, el estándar de facto emplea una arquitectura de capas y HL7 emplea una arquitectura de arbol).

    Si los directivos del proyecto hubiesen investigado los estándares HL7, y contado con asesoría adecuada, habrían conocido los beneficios de adoptar el estándar internacional de interoperabilidad en salud, habrían aprovechado más de veinte años de experiencia,  podrían contar con cientos de especificaciones disponibles, habrían encontrado una opción tecnológicamente posible para integrar HL7 con el estándar oficial de interoperabilidad del estado y el sector salud de su país habría solucionado varios casos de uso críticos de integración e intercambio de información.

Estos tres casos, evidencian que en la gran mayoría de los casos, la percepción sobre la dificultad de adopción de estándares HL7 argumentando diferencias en los procesos, se deben principalmente a un desconocimiento del alcance de las especificaciones de HL7.

Conclusión: FALSO. En la gran mayoría de los casos, HL7 es la solución correcta para los procesos de interoperabilidad del sector salud, tanto para las instituciones como para las autoridades territoriales.

Mito 5: HL7 es solo para grandes instituciones y países desarrollados.
Algunas organizaciones del sector salud afirman que los estándares HL7 son solo para grandes instituciones y países desarrollados. ¿Qué hay de cierto en esto?.

Realidad: Los estándares HL7 tuvieron origen en Estados Unidos de Norteamérica, pero su uso se ha extendido a más de 55 países.

Es verdad que países como Estados Unidos, Canadá, Alemania y el Reino Unido fueron los primeros en decidir adoptar el uso intensivo de estándares HL7 y que las primeras instituciones en invertir en tecnología para implementar soluciones de interoperabilidad estándar fueron hospitales y clínicas de alto nivel de complejidad en estos países.

Sin embargo hoy, casi veinticinco años después, los estándares HL7 están disponibles prácticamente en todo el mundo y existe una amplia oferta de soluciones informáticas y software aplicativo certificado en el uso de especificaciones HL7.

Pensar que una tecnología diseñada para mejorar los procesos y hacer más fácil la operación de las instituciones del sector salud solamente está al alcance de países industrializados y grandes clínicas y hospitales es una visión limitada que impide apropiarse de las ventajas derivadas de dicha tecnología. 

Si hubiésemos pensado así en otros casos, hoy en día no tendríamos acceso a internet en nuestros países, únicamente las grandes empresas podrían enviar correos electrónicos, seguramente la telefonía celular sería un privilegio de unos pocos y en los laboratorios clínicos aún se procesarían los hemogramas en forma manual. Y no me refiero exclusivamente al uso de HL7, sino a la tecnología que hace posible que los sistemas de información de las instituciones del sector salud puedan intercambiar datos, para que la información esté disponible en el momento y lugar oportunos.

El mito de los elevados costos de implementación de HL7 ha sido revaluado y se ha reemplazado por una visión del valor agregado del uso de los estándares de interoperabilidad.

El mito de las dificultades y limitaciones técnicas ha sido reemplazado por la capacitación, la orientación y el uso de herramientas informáticas que hacen más fácil el trabajo de implentación de HL7.

Para un pequeño hospital o clínica, implementar HL7 le permitirá automatizar el intercambio de información con otras instituciones en forma electrónica; y en el mediano plazo el mejoramiento de sus procesos y el ahorro harán evidente que el retorno de su inversión fue positivo.

En muchos de nuestros países, con el sector salud en crisis financiera, parece imposible pensar en gastar recursos en soluciones de interoperabilidad estándar. Pero la realidad y la experiencia de países como Canadá nos demuestra que invertir en este tipo de tecnología nos permitirá mejorar los procesos de atención en salud, reducir los errores derivados de la mala administración de la información y obtener una relación costo-beneficio positiva; ahorrando recursos que pueden ser reinvertidos en la salud, para brindar mayor cobertura y mejor atención al ciudadano.

En los países de habla hispana, cada día hay más usuarios interesados en el uso de HL7 (una prueba de ello es que usted se encuentra leyendo un artículo en este blog) y ese interés se deriva de la evidente necesidad de integrar los sistemas de información de las instituciones de salud. En pocos años tendremos capítulos nacionales de HL7 en todos los países iberoamericanos.

En países como Argentina, Chile, Colombia, España, México y Uruguay, HL7 está al alcance de cualquier institución de salud y esperamos que en el transcurso de un año se unan Costa Rica, Venezuela, Perú y Ecuador, haciendo que los estándares HL7 estén a disponibles para mejorar el intercambio electrónico de información entre nuestros hospitales y haciendo posible el uso de la Historia Clínica Electrónica compartida.

Conclusión: FALSO. HL7 está disponible en casi todo el mundo y su implementación está al alcance de cualquier institución de salud.

Espero que este artículo haya sido de utilidad para mejorar la toma de decisiones y eliminar los prejuicios respecto al uso de los estándares HL7.

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2 comentarios:

  1. Me fascina el positivismo y entusiamo con el que miras un futuro donde todos los paises de iberoamerica utilizan este estandard mundial. ¡Éxito!

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